- Es conveniente acostumbrarles a realizar 5 comidas al día. La dieta equilibrada debe repartir las calorías a lo largo del día: desayuno 20%, media mañana 10%, comida 35%, merienda 10%, cena 25%.
- La importancia de desayunar: se aconseja consumir lácteos, cereales/pan/galletas y fruta o zumo de fruta fresca. reducir o eliminar la bollería industrial.
- El agua es siempre mejor que los refrescos o zumos envasados (tienen poca cantidad de fruta y muchos azúcares simples)
- Hay que comer en familia siempre que sea posible. Comer despacio y sin distracciones (TV, videojuegos)
- Para la media mañana y merienda, se aconseja prepararles pequeñas raciones para que no les "quite el apetito" a la hora de comer o de cenar. Se aconseja variar cada día.
- Moderar el consumo de carne en los niños, especialmente la procesada (salchichas, hamburguesas...) así como embutidos por la gran cantidad de grasa y sal que llevan.
- Reducir el consumo de sal, utilizando, a ser posible, la yodada. Los alimentos enlatados, snack (patatas fritas, frutos secos fritos...), y precocinados contienen elevadas cantidades de sal.
- Hay que educarles para que "coman de todo". Antes de concluir que un alimento no le gusta a un niño, es conveniente preparárselo de diferentes maneras: por ejemplo, si rechaza el puré de calabacín, preparárselo en tortilla, "pochado" con otras verduras que le gusten, relleno de jamón cocido y queso, etc.
lunes, 25 de febrero de 2013
Demos el ejemplo a nuestros hijos.
El hogar es el lugar donde se adquieren principalmente los hábitos alimentarios. Los niños observan nuestra forma de comer, los alimentos que ingerimos, los que compramos, cómo cocinamos y así, de forma progresiva se van acostumbrando a nuestros hábitos. Para dar buen ejemplo dentro y fuera de casa: