PESTAÑAS

martes, 16 de abril de 2013

Hábitos necesarios de cambiar.

Los consumidores cada vez valoran más lo que comen. Sin embargo, los datos demuestran que sus hábitos no son todavía del todo saludables.

SAL: normalmente consumimos el doble a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salus (OMS): no más de 5g. por persona al día.
La mayor parte proviene de productos elaborados.
Si se redujese la ingesta de sal, se evitarían cada año unos 20.000 accidentes cerebrovasculares y unos 30.000 de carácter cardiaco.

AZÚCAR: consumimos alrededor de 120g. (entre 15 y 20 cucharaditas al día) de azúcar
simple, por persona y día. Los azúcares proceden de los alimentos naturales o bien, se añaden a productos elaborados, como bebidas azucaradas, postres, bollería y derivados lácteos. Se estima que para una persona adulta sana, la dieta debe proveer unas 2.200 Kcal y los azúcares simples no deben superar el 10%.

GRASA: la recomendación principal es que no debe proporcionar más del 35% de la energía total diaria (los menores de 4 años pueden alcanzar hasta un 40%). 
Existen varios tipos de grasas, conviene conocer sus diferencias, ya que consumirlas dentro de una alimentación variada y equilibrada juega un papel importante a la hora de prevenir enfermedades cardiovasculares.





FIBRA: este componente debería aumentar. La OMS aconseja un consumo diario de 25g. por persona al día. Su consumo reduce el riesgo de enfermedades de corazón, diabetes tipo 2 y permite controlar el peso. Por eso, la recomendación alimentaria para el consumo adecuado pasa por asegurar la ingesta de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.